¿En qué piensas cuando escuchas una afirmación como "los monstruos
si existen"? ¿Quizá pensaras que habrá mitología bajo esta frase o habrá
una narración ficticia? Pues bien, alguna vez en mi vida escuché esta frase,
con que estos "seres" vivían debajo de nuestra cama desde que
nosotros estamos chicos o algunos se refugiaban en nuestro armario por años
para acusarnos de cosas que no habíamos hecho o para asustarnos durante toda la
niñez. Pues hoy por hoy creo que esos monstruos si existieron y algunos aun nos
acompañan en la adultez, pero no están ni estuvieron refugiados en nuestra
habitación, más bien permanecen de residentes en nuestras cabezas y nos
atormentan a algunos, de manera más fuerte, no todos tenemos a los mismos
monstruos dentro de nosotros, ellos tienen infinidad de personalidades y
características propias de ellos, no tienen aspectos tangibles, más bien lucen
como nosotros los adaptemos a situaciones, son llamados: orgullo, ansiedad,
odio, ira, envidia, apego, egoísmo, celos, miedo, tristeza, soberbia, culpa,
resentimiento, arrogancia y muchísimos más que impiden que disfrutemos de los
innumerables milagros que ocurren todos los días; como poder emprender un día
distinto cada día, mejorar la vida de alguien, sonreír y esparcir esa energía
por todos los rincones, dar las gracias, servir, saludar y un sin fin de
detalles maravillosos dentro de esa rutina que llevamos día a día pero que no
solemos identificar y nos obligamos a ver una zona de confort aburrida y
frustrada, no quiero decir que está bien permanecer siempre en nuestra zona de
confort más bien extenderla y ampliar nuestros conocimientos dejando de lado
tantos monstruos que no nos permiten ver lo esencial de las personas y la cosas
es lo quiero trasmitir.
técnicas saludables desde lo personal, es hacer una reunión y por muy descabellado
que suene, sentarnos a hablar con todos ellos y preguntarles de donde
provienen, que quieren, que ganan con ello y a quien afectan con permanecer
siempre allí, en otras palabras, "introspección" conoce por qué haces
lo que haces, evalúa todos los parámetros y permítete tomarte un descanso de
estos imaginarios "seres" que no te dejan conseguir la plenitud, haz
las paces con ellos y minimiza la presencia de estos dentro de ti, hasta que
puedas decirles que deben irse y desistir de apropiarse de tus ideas, ellos
quizás no entiendan con la primer comunicación establecida, haz las cantidades
de reuniones que creas necesarias, se le llama constancia al acto de cambiar
algo después de acciones seguidas y repetitivas, impleméntalo, y veras que
ellos se esfumaran, si quizás, estos están en tu cabeza como patología busca
ayuda, si necesitas que en la mesa no solo estén tú y ellos sino más bien
alguien más que pueda brindarte apoyo, amplia tu sala de auto aprendizaje y
permítete vivir y compartir con las personas que realmente te aportan y si
conoces a alguien que tenga muchos de ellos en su cabeza comunícate y hazle
saber que no es necesario vivir tan rodeado de aspectos negativos y que la vida
tiene un sin fin de cosas por la cuales ponernos felices a cada minuto.
Lamentablemente cuando conocemos y vivimos en carne propia el miedo, la
pérdida y el sufrimiento constante, aprendemos en valor real de las cosas.
Entender que la tranquilidad no tiene ningún precio y que un despertar es una
nueva oportunidad de ser mejores es el camino hacia la plenitud.